En la Plaza del Solanet, antiguamente, y de Coreche en la actualidad, se encuentra el Palacio de los Mur, una casona de proporciones monumentales. Construida en el siglo XV destaca por sus abundantes elementos decorativos, que son la mejor muestra del linaje de los Mur, una de las familias más importantes que habitaban la población en ese momento.
En su fachada queda remarcada la parte noble de la casa, correspondiente al primer piso, mediante unas ventanas de mayor tamaño que aparecen decoradas con mayor profusión.
Parte de su aspecto actual es producto de una remodelación del año 1951 en la que se desmontó parte del palacio original, con el objeto de ensanchar la calle, y en la que se reutilizaron algunos de sus elementos más significativos como las ventanas geminadas o los dinteles.
Y esos son los elementos más llamativos del palacio, los dinteles con inscripciones situados sobre las puertas, en las que puede leerse con letras entrelazadas “Rodrigo ama a Marica”. Para otros, éstas tan solo reflejan el nombre del noble “Rodrigo de Mur y Marca”.
De entre todas las versiones de esta historia-leyenda destaca sobremanera una que cuenta que Rodrigo padre obligaba a casar a su hijo, también llamado Rodrigo, con Margarita Solano, hija de una adinerada familia. Pero Rodrigo a quien verdaderamente quería era a María (Mariíca es el diminutivo en el dialecto grausino), una de sus sirvientas. Por eso, el día que debía celebrarse el compromiso y con toda la gente reunida en el palacio, Rodrigo hizo descubrir la inscripción que había tallado en los dinteles. Margarita al leerla salió avergonzada y Rodrigo, a pesar de la desaprobación de su familia, se casó finalmente con María. Esta leyenda es conocida como la de los Amantes de Graus.