A extramuros de la ciudad de Barbastro en el Barrio de San Juan, a orillas del río Vero y en la falda del cerro donde se asentó la primitiva ciudad, se construyó el monumental pozo de hielo en el siglo XVII, que ha sido rehabilitado y musealizado.
Fue construido en 1612 por Pedro de Ruesta, y constituye uno de los ejemplares más sobresalientes del Somontano y Aragón por su monumentalidad, y exponente de una floreciente industria entre los s. XVI y XVII.
Excavado en la ladera , aprovecha parte de la roca de arenisca y el resto con obra de sillarejo y sillar,. Se cubre con bóveda de medio punto reforzada con arcos, todo en obra de ladrillo. Cuenta con cuatro aberturas (la última en la cubierta) por la que se realizaba el llenado del mismo. Se surtía del hielo que se formaba en unas balsas situadas a orillas del río, de la nieve caída en invierno y si era necesario se importaba hielo y nieve de los pozos de Otin situados en la sierra de Guara.
Fue construido por el Concejo de la ciudad, y dispuso de un conjunto de normativa que regulaba el arrendamiento y los deberes de suministro del arrendador a la ciudad. Barbastro como núcleo urbano de referencia de la zona oriental de Huesca desde el Medievo, requería un abastecimiento fundamental de este producto para uso médico, cuando se celebraban cortes o fiestas y para otros usos.
Tras su rehabilitación ha sido musealizado. A través de recreaciones, paneles, y audiovisuales se explicar su funcionamiento y contexto histórico.
Está declarado Bien de Interés Cultural y constituye un elemento representativo del Parque Cultural del Río Vero.