Se trata de una tradición popular en donde los porteadores hacen desfilar tanto figuras bailando y animando (gigantes) como persiguiendo a la gente que acude a la celebración (cabezudos).
En épocas anteriores sus danzas tenían un destacado protagonismo por su carácter festivo y social, siendo una parte importante de la fiesta ya sea como cabecera en procesiones o presidiendo todo tipo de actos.
El ritmo, la originalidad, la compenetración, la agilidad o el equilibrio eran aspectos importantes para la diversión de los espectadores.
En Ayerbe no se sabe exactamente de cuando data la tradición de gigantes y cabezudos, constando la primera prueba documentada a principios del siglo XX.
Se sabe que en septiembre de 1900 ya existen ya que hay publicaciones al respecto en algún periódico de la época. En 1913 había comparsa de gigantes y cabezudos, según recogió el periódico Heraldo de Aragón, como acto de las fiestas de Santa Leticia en Ayerbe.
Hay diferentes registros en los que aparecen noticias relacionadas con ellos y su aparición en diversos actos festivos. Durante el segundo tercio del siglo XX se restauran y se les va dotando de accesorios. Con el paso del tiempo además de reparar también se van adquiriendo nuevos gigantes y cabezudos.
Desde los años 80 hasta el año 2000, los gigantes de Ayerbe no pasan una buena época. El motivo es que no se encontraban personas para llevarlos y por tanto no era frecuente verlos bailar por las calles como antaño.
El “I Encuentro de Gigantes de Aragón” en junio de 2000 hizo resurgir otra vez la importancia de los gigantes en Ayerbe. Sirve para darse cuenta de que podían ser una de las señas de identidad de la localidad. A partir de allí, se reformaron y en septiembre de ese mismo año aparecieron transformados en una pareja vestida con el traje típico ayerbense, siendo rebautizados con los nombres de Leticia y Miguel, nombres del santoral muy relacionados con Ayerbe. Además, surge un buen número de porteadores que, a partir de entonces y hasta ahora, se encargan de hacer bailar a los gigantes. También a partir de esa fecha les acompañan los Barfulaires d’Ayerbe, un grupo de música tradicional de dulzaina y gaita de boto que llena de música la salida de los gigantes y cabezudos de Ayerbe.
