Catalogada Bien de Interés Cultural y Conjunto Artístico, se trata de una de las plazas porticadas más bellas de Aragón, ya que en ella se reúnen ejemplos arquitectónicos de diversas índoles. Realizada durante la ampliación urbanística del siglo XVI gracias al aumento demográfico y económico de Graus, sus porches, con arcos de medio punto, ojivales y adintelados, fueron creados para albergar uno de los recursos económicos más importantes de la villa, el comercio, instalándose ahí los comerciantes que venían a los mercados y ferias.
Entre los edificios más representativos destacamos:
El Ayuntamiento
Creado en la segunda mitad del siglo XVI es un bello edificio consistorial típico del renacimiento aragonés. Durante esa época, las entidades municipales atravesaron una etapa de ostentación económica que trataron de mostrar en las fachadas de sus nuevas sedes. Destaca el ladrillo como material básico de su construcción, con una galería de arcos de medio punto coronada por un alero de madera. En el centro de la fachada aparece el actual escudo de la villa, datado del esplendor de la Ilustración. Su interior, totalmente renovado entre los años 2002 y 2003, es un escaparate de la arquitectura vanguardista de la zona que le ha valido el premio García Mercadal, siendo especialmente destacable el mural alegórico al paso del tiempo, que decora el techo del Salón de Actos. Por su perfección, esta representado en el Pueblo Español de Barcelona como ejemplo del renacimiento de Aragón.
La Casa del Barón
Debe su nombre al Barón de la Conca, que según la leyenda mandó decorar la fachada de su mansión para complacer a su mujer de origen andaluz. Se construyó sobre el antiguo palacio del vicario de San Victorián y fue también palacio del Justicia de la Ribagorza. La ornamentación del siglo XIX, recogida en todas las caras del edificio, destaca por su llamativo ciclo pictórico, utilizando un sugestivo colorido en tonos vivos. Su función es realzar las imágenes centrales de las alegorías a las ciencias y a las letras que hay en el frente principal que da hacia la Plaza Mayor. Jarrones con flores, rostros, franjas y ribetes vegetales decoran el resto de la vivienda.
La Casa Heredia
Actual sede de la Comarca de La Ribagorza, la casa-palacio de la familia Heredia se erigió en época renacentista, remodelándose y decorándose en estilo neoclásico dos siglos más tarde. Habitada por una floreciente familia, fue morada de personajes relacionados con la naturaleza pirenaica, el desarrollo agrícola, así como diplomáticos, y militares. Presenta un prominente alero curvo con elementos influidos por el espíritu de la Ilustración. En las pinturas aparecen reflejadas diversos apartados de la Parábola del Hijo Pródigo, enmarcados entre columnas y representaciones de las estaciones del año. Cenefas vegetales se extienden por la fachada, concentrando la mirada en el reloj de sol.
La Casa Bardaxí
El linaje de los Bardají se funde en la historia, no sólo de la Ribagorza, sino también en la de importantes hechos acaecidos en Aragón. Berenguer de Bardaxí, designado como uno de los representantes del Reino de Aragón en el Compromiso de Caspe, o Eusebio Bardaxi y Azara, destacado diplomático que llegó a ser Diputado de las Cortes de Cádiz, embajador en países europeos, y Presidente de Gobierno, son dos de los ejemplos más notorios. El inmueble es el más sobrio de los que componen la plaza, ostentando cierto aire de palacio clásico. Aquí, el relieve implanta el carácter teatralizado de la época neoclásica, adornando, por medio de columnas estriadas y frontones triangulares, el frente de la mansión. El alero, tallado en madera, está bellamente trabajado, y en el interior de la vivienda todavía se conservan amplios salones y una capilla privada.